Android, el espía de bolsillo.

Un smartphone, sea Android o sea iOS (es decir, un iPhone), tiene muchos identificadores con los que se puede reconocer a un usuario. En el caso de un smartphone con Android, dichos identificadores son los siguientes:
  1. Android-ID: tras la primera instalación cada dispositivo Android genera un identificador único, llamado Android-ID. No está vinculado con el hardware, sino que se basa en software. De este modo, si reseteamos nuestro smartphone a valores de fábrica se genera de nuevo.
  2. GPS: mediante GPS se puede determinar la ubicación con un error de unos pocos metros. Si hemos desactivado el GPS, la localización se realiza mediante las redes wifi que haya en el entorno, con una precisión de, más o menos, un metro; según la densidad de estas redes.
  3. Dirección MAC de bluetooth: esta tecnología inalámbrica también dispone de un identificador único y con su ayuda se puede reconocer cualquier smartphone.
  4. IMEI: cada dispositivo con tarjeta SIM se identifica mediante un número único de 15 dígitos, llamado International Mobile Station Equipment Identity o IMEI. Podemos descubrir el de nuestro smartphone marcando el código *#06# o bien mirando debajo de la batería.
  5. ID de publicidad: el ID de publicidad también se genera durante la primera ejecución de un smartphone Android.
  6. Dirección IP: al conectarse a Internet el teléfono recibe una dirección IP.
  7. Dirección MAC wifi: al igual que en un ordenador, la conexión WiFi del smartphone dispone de un identificador propio, la dirección MAC.
Ahora bien, ¿cómo usa Android estos identificadores para espiarnos? Lo hace de la siguiente manera:
  • Android-ID: muchas apps piden permiso al usuario para leer este identificador durante la instalación. De esta forma se vinculan todas nuestras actividades con las apps al Android-ID y pueden seguirnos el rastro en cualquier momento.
  • GPS: si una app sigue constantemente nuestra posición no tendrá ningún problema en crear un perfil de nuestros movimientos.
  • Dirección MAC de bluetooth: si tenemos el bluetooth activado nuestro entorno recibe nuestro identificador. Ya que sólo tiene un alcance de 10 metros, sólo es posible un seguimiento cercano.
  • IMEI: quien conoce el IMEI es capaz de reconocer el teléfono porque este número no se puede cambiar. Muchos fabricantes de apps vinculan sus apps a este para dificultar la copia ilegal de aplicaciones.
  • ID de publicidad: el ID de publicidad le permite a páginas web y apps reconocernos de nuevo sin tener que saber nuestra cuenta de Google o nuestro Android-ID. También se asocian datos de usuario al ID de publicidad, aunque el peligro es reducido.
  • Dirección IP: mediante la IP pueden localizarnos de forma muy genérica.
  • Dirección MAC wifi: la dirección MAC del módulo WiFi no se puede cambiar. Incluso si no hay conexión WiFi, el módulo envía señales de vida para analizar su entorno (es lo que se conoce como polling) y permite reconocernos a nosotros y a nuestro dispositivo.

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