La importancia de no compartir nuestra ubicación en Google +.
Seguro que conoceréis la opción que ofrece Google + de compartir la ubicación de sus usuarios. Dicha opción permite, por un lado, a cualquier usuario de Google + saber dónde se encuentra otro usuario de la misma red social, y por otro, a Google hacer un mapa más exacto de desde dónde se conectan cada uno de los usuarios de Google +.
Pero esto tiene un lado negativo, y es mucho peor que que Google sepa desde donde nos conectamos los usuarios a su red social; ya que esta opción permitiría a cualquier delincuente o ciberdelincuente hacer un seguimiento a una potencial víctima. Pongamos el siguiente ejemplo: A, que es usuario de Google +, decide un buen día compartir su ubicación. B, que es un peligroso atracador que casualmente opera en la misma zona en la que vive A; y que tiene una cuenta de Google +, recibe la ubicación de éste. A partir de ése momento B podría:

Es por ello que lo aconsejable es que, aparte de que no compartamos mucha información personal en nuestras redes sociales, no compartamos nuestra ubicación en Google +. Y si por casualidad lo hemos hecho y un buen día nos encontramos un pendrive tirado en el suelo en un lugar por el que pasamos de forma más o menos asídua (por ejemplo, la zona por la que paseemos a nuestro perro), por ejemplo, lo que debemos hacer es seguir un sabio consejo que todas las madres del mundo dan a sus hijos: no coger nada del suelo.
Pero esto tiene un lado negativo, y es mucho peor que que Google sepa desde donde nos conectamos los usuarios a su red social; ya que esta opción permitiría a cualquier delincuente o ciberdelincuente hacer un seguimiento a una potencial víctima. Pongamos el siguiente ejemplo: A, que es usuario de Google +, decide un buen día compartir su ubicación. B, que es un peligroso atracador que casualmente opera en la misma zona en la que vive A; y que tiene una cuenta de Google +, recibe la ubicación de éste. A partir de ése momento B podría:
- Saber dónde vive A.
- Someter a vigilancia a A para conocer su rutina (saber dónde trabaja, a qué hora se va a trabajar y a qué hora vuelve a casa, etc.) y así saber cuál es el momento y lugar mejores para cometer su crimen.
- Planear una ruta de llegada y otra de escape para el momento en que decida cometer su crimen.
- Realizar un ataque dirigido (tema del que ya hablaremos en el siguiente post).
- Investigar en sus redes sociales para realizar un ataque de phising lo más creíble posible (por ejemplo, hacerse pasar por A para estafarles dinero a sus familiares y amigos).

Es por ello que lo aconsejable es que, aparte de que no compartamos mucha información personal en nuestras redes sociales, no compartamos nuestra ubicación en Google +. Y si por casualidad lo hemos hecho y un buen día nos encontramos un pendrive tirado en el suelo en un lugar por el que pasamos de forma más o menos asídua (por ejemplo, la zona por la que paseemos a nuestro perro), por ejemplo, lo que debemos hacer es seguir un sabio consejo que todas las madres del mundo dan a sus hijos: no coger nada del suelo.
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